Predicción, inteligencia y los
dos modos de pensar
Café en Amado, 02/05/21.
Miguel dejó en la mesa una pregunta vieja y siempre nueva:
¿Qué es la inteligencia? Acordamos que una definición posible es “la
capacidad de resolver problemas”; otros propusieron “la capacidad de predecir”.
Y las dos, recordando a Howard Gardner y sus inteligencias múltiples, que nos invitan pensar en una constelación de capacidades,
algunas más ligadas a la resolución y otras a la anticipación. Resolver y
predecir, al final, son dos modos de encarar lo mismo: abrir camino en la
incertidumbre.
En busca del destino,
Paul Halpern repasa la historia de la predicción comenzando por el mito.
Casandra recibe de Apolo el don de ver el futuro, a cambio de un encuentro que
rechaza. Castigo: seguirá profetizando, pero nadie le creerá jamás.
Este mito nos
recuerda algo esencial para el mundo contemporáneo: ver el futuro no basta;
hay que poder transformarlo hacerlo
creíble,
comunicable, accionable. Casandra es la patrona de todas las
advertencias ignoradas, de los informes que nadie lee y de los pronósticos que
llegan tarde. Su drama resuena hoy en la política, en la economía filtrada
por sesgos políticos , en la salud pública y la ecología…
En un mundo
saturado de información y polarización emocional, vivimos rodeados de nuevas
Casandras: El problema ya no es la falta de datos, sino la falta de confianza.
Pese a todo la humanidad, desde entonces, no dejó de intentar escapar de la
maldición de Casandra : ¨seguir profetizando¨,
pero sin que nadie le crea jamás.
Somos capaces de predecir más a largo plazo,
que los animales, aunque solo un poco más. La capacidad de predecir es decisiva
para imaginar los futuros posibles. Hoy
la ciencia usa tecnologías cada vez más
predictivas y más sofisticadas, sin olvidar los innumerables ¨cisnes
negros¨.
Laplace nos legó su demonio determinista, Edward Lorenz le creyó, por solo un tiempo y,
casualmente acerca del tiempo. El sueño
de todo agricultor era mirar el cielo para saber cómo le iría con la cosecha, Don Miguel, mi
suegro, lo miraba por su plantación de
algodón, pero no recuerdo que le quitara el sueño. Lorenz con un
programa rudimentario, estudiando el pronóstico del tiempo, tuvo su momento
eureka, descubrió que para algunos sistemas deterministas una pequeña discrepancia
de los valores iniciales puede ampliarse con rapidez y provocar diferencias
importantes en el resultado final. A eso llamo metafóricamente ¨ efecto
mariposa¨.
Daniel Kahneman nos dio un GPS para entender
cómo pensamos el futuro. Distingue dos modos:
- Sistema 1: rápido, intuitivo, automático.
- Sistema 2: lento, deliberado, analítico.
El sistema 1 tiene dos fuentes:
a) la intuición experta, nacida de miles de horas de práctica, que
permite reconocer patrones fugazmente;
b) la heurística fácil, que sustituye una pregunta difícil por otra más
sencilla, produciendo predicciones seductoras pero sesgadas.
Por eso Kahneman insiste:
Hay que domar la intuición, y ese domador —cuando no es haragán o
ignorante — es el sistema 2.Esta noción es central para cualquier teoría
contemporánea de la inteligencia. Predecir no es solo proyectar datos: es
gestionar la tensión entre intuición y análisis, entre velocidad y profundidad.
El juego de los abalorios: patrones, futuro y
la inteligencia que conecta
Hermann Hesse no describe simplemente una
sociedad de eruditos retirados del mundo: construye una metáfora del
pensamiento profundo, ese que trasciende la fragmentación del saber. El
“Juego” es, un sistema formal capaz de relacionar ideas musicalmente,
matemáticamente, filosóficamente. Pero, sobre todo, es una máquina de
generar sentido. Esto es básico
para permitir mejores futurologías
Hesse
anticipa la idea moderna de que la inteligencia no reside solo en resolver
problemas o hacer predicciones, sino en conectar mundos. Pensar no es sumar: es
entretejer
Los jugadores de Hesse tienen como tarea captar formas, analogías
profundas, resonancias entre dominios distintos. Pueden vincular una
fuga de Bach con una demostración geométrica, o una intuición filosófica con
una estructura matemática.
El juego de los abalorios anticipa: la cognición distribuida, la teoría de redes, los modelos
de representación multimodal, la gestión del conocimiento (Nonaka y
Takeuchi), la epistemología de los patrones, la transdisciplina
de Morin, y, sobre todo, la idea de que lo valioso no es la información,
sino la integración.
El mundo moderno exige algo que Hesse ya
intuía: la futurología no es una ciencia exacta sino una disciplina de patrones.
Epilogo
Los grandes futuristas,
desde los economistas heterodoxos hasta los biólogos evolutivos o los físicos
de la complejidad, trabajan como los maestros del Juego: ven estructuras donde
otros ven datos sueltos; detectan regularidades donde otros ven ruido; intuyen
direcciones antes de que sean obvias.
La predicción, entendida
así, es simplemente la consecuencia natural de ver conexiones a tiempo. Así
funciona también la ciencia: el científico se prepara toda la vida para que, un
buen día, una idea aparezca como un relámpago. Lo mismo sucede con mi guía de
pesca Pedro, con el médico que detecta un diagnóstico de un vistazo, o con el
músico que improvisa. Primero el aprendizaje, luego la intuición; primero la
estructura, luego la libertad.
El mundo contemporáneo nos
exige ser un poco como los jugadores de Hesse: capaces de vivir en la frontera
entre lo intuitivo y lo analítico, lo artístico y lo científico, lo individual
y lo colectivo.
Si la inteligencia es la capacidad de anticipar y resolver, entonces su forma
más alta es la inteligencia que conecta. Porque al final, como en el
Juego: el futuro no se calcula; se compone.
El protagonista, Josef
Knecht el Magister Ludi finalmente considera que
esta perfección intelectual y artística es vacía. Se da cuenta de que
la verdad y la responsabilidad se encuentran en la acción y el servicio
a la humanidad imperfecta, no en la creación de patrones perfectos en un
claustro dorado.
Por lo tanto, la
"esterilidad" es la razón principal por la que Knecht, el Maestro del
Juego, decide abandonar Castalia, buscando que el conocimiento que sea fértil y
útil en el mundo real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario