El 2 de abril 2018 con Miguel y Cacho fuimos a la cafetería del Museo de Ciencias Naturales. Me apropie de una pregunta que hiciera Cacho, relacionada con la *forma* de brindar información. El efecto marco es un sesgo descrito y popularizado por Amos Tversky y Daniel Kahneman en la década de 1980.
En uno
de los capítulos de su libro D. Kahneman
comienza con las siguientes afirmaciones respecto a un partido jugado entre
Italia y Francia: *Gano Italia*,
*Perdió Francia*, y a continuación pregunta si ambas expresiones
tienen el mismo significado.
Desde
la lógica de los *Econos* (seres racionales)
no quedan dudas, estas afirmaciones no resultan afectadas por las
palabras elegidas para describirlas, pero para los *Humanos* (nosotros, la
mayoría de los mortales, no tan racionales) el significado depende de lo que
sucede en nuestra maquina asociativa, y ahí ambos enunciados provocan asociaciones muy diferentes, en los ¨Humanos¨
nuestro sistema 1 pensamiento rápido, no reacciona tan racionalmente como el de los
Econos.
Las
elecciones no siempre están relacionadas con la realidad, y nuestro sistema 1
no está firmemente ligado a la misma. En la actualidad las neurociencias nos
ayudan a saber dónde se ¨iluminan¨ en el cerebro las distintas zonas al
escuchar y decidir:
1.-Las
palabras cargadas de emoción iluminan la amígdala, y esto implica participación
del sistema 1.
2.-La
zona del cíngulo anterior está relacionada con conflicto y autocontrol.
3.-En
los más racionales se ilumina el área frontal del cerebro relacionada con el
combo emoción y razonamiento que usamos al decidir.
Nos
asegura Kahneman que, aunque recibamos información y formación estadística y
sepamos cálculo de probabilidades, no somos indemnes al poder del efecto
marco .Nuestro sistema 1 rara vez es indiferente
a las palabras con carga emocional, y
nuestro sistema 2 puede ser perezoso e ignorante. Esto puede ocultar qué nuestras
preferencias están más ligadas al marco,
que a la realidad.
Esto
lo experimentamos intuitivamente los médicos, no tiene el mismo impacto decir
tiene un 10% de andar mal, a decir un 90% de andar bien. Toda descripción está
sometida al ¨efecto marco¨. Pero no
siempre es necesariamente malo, puede ser útil como en las buenas opciones por defecto. Un
ejemplo, la donación de órganos, si en el documento no lo niego, doy por
sentado que acepto donar. (Ver un Pequeño Empujón Libro Cass R. Sunstein y Richard H.
Thaler).
El "problema de la enfermedad
asiática" es un experimento mental, Amos Tversky y Daniel Kahneman ;
presentaron este problema a grupos de personas para observar sus elecciones, el
objetivo principal era ilustrar un concepto teórico: el efecto marco. La fuerza
del experimento radica en la claridad con la que demuestra cómo la formulación
de las opciones, aunque sean lógicamente equivalentes, puede influir
drásticamente en las decisiones. Es importante entender que, en la psicología y
otras ciencias sociales, los experimentos mentales son herramientas valiosas
para explorar conceptos teóricos y generar hipótesis. Si bien no replican la
complejidad del mundo real, permiten aislar variables y examinar cómo las
personas podrían reaccionar en escenarios específicos.
En el caso del problema de la enfermedad
asiática, la consistencia de las respuestas a través de diferentes grupos a los
que se les presentó el escenario reforzó la validez del concepto del efecto
marco. Posteriormente, muchos otros estudios empíricos han confirmado y
ampliado la comprensión de este sesgo cognitivo en situaciones reales.
El "problema de la enfermedad
asiática" es un experimento mental clásico diseñado por Amos Tversky y
Daniel Kahneman en 1981 para ilustrar el efecto marco en la toma de decisiones.
En este experimento, se les pidió a los participantes que eligieran entre dos
programas para combatir una enfermedad ficticia que se esperaba que matara a
600 personas. Se les presentaron dos escenarios, ambos describiendo los mismos resultados,
pero con un enfoque diferente:
Escenario 1 (Marco de Ganancia):
- Programa A: Se salvarán 200 personas.
- Programa B: Hay una probabilidad de un tercio de que se salven 600
personas y una probabilidad de dos tercios de que nadie se salve.
En este escenario, la mayoría de los
participantes eligió el Programa A, la opción segura de salvar 200 vidas.
Escenario 2 (Marco de Pérdida):
- Programa C: Morirán 400 personas.
- Programa D: Hay una probabilidad de un tercio de que nadie muera y
una probabilidad de dos tercios de que mueran 600 personas.
En este escenario, la mayoría de los
participantes eligió el Programa D, la opción arriesgada de que nadie muera,
aunque también existía la posibilidad de que murieran las 600 personas.
El problema de la enfermedad asiática
demuestra que la forma en que se presenta la información (el "marco")
influye en las decisiones de las personas.
- Cuando el problema se enmarca en términos de ganancias (vidas
salvadas), las personas tienden a ser aversas al riesgo y prefieren la
opción segura.
- Cuando el problema se enmarca en términos de pérdidas (personas que
morirán), las personas tienden a ser buscadoras de riesgo y prefieren la
opción con la posibilidad de evitar la pérdida total, aunque también
implique un mayor riesgo de pérdida total.
Es importante destacar que, desde un punto de
vista puramente racional, las opciones A y C son equivalentes (ambas resultan
en 400 muertes), al igual que las opciones B y D (ambas tienen el mismo valor
esperado en términos de vidas perdidas). Sin embargo, el marco en el que se
presentan influye en la percepción de las opciones y, por lo tanto, en la
decisión tomada.
Existen muchos otros ejemplos reales del
efecto marco en diversos contextos , que seguro
lo encontraste muchas veces ; etiquetar la carne como "80% libre de
grasa" es más atractivo que "20% de grasa. "Compra uno y llévate
el segundo a mitad de precio" suena mejor, que "50% de descuento en
el segundo artículo"….
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