viernes, marzo 07, 2025

El avance científico requiere la conjunción ; abducción-cerebro bayesiano-epistemología

 


 C.S.PEIRCE


El proceso de avance científico es una dinámica intrincada de razonamientos que se entrelazan, se ajustan y se refuerzan mutuamente. Este proceso está formado por múltiples formas de inferencia que, al trabajar juntas, nos permiten generar, evaluar y validar nuestras ideas: abducción, inducción, deducción, junto con el modelo de un cerebro bayesiano que actualiza constantemente nuestras creencias y la epistemología que nos ayuda a fundamentar y cuestionar todo lo que sabemos.

La Abducción: Es el ¨punto de partida¨ en todo proceso científico Aristóteles ya la había tratado, pero C.S-Peirce, la considera como  el razonamiento que nos permite ¨generar hipótesis plausibles¨ a partir de observaciones inciertas o incompletas. Es un acto creativo que busca una explicación inicial que pueda encajar con los datos disponibles. La abducción conjetura abriendo el camino hacia nuevas teorías y modelos que deben ser revisados y refinados constantemente. No solo se trata de generar hipótesis, sino también de permitirnos visualizar posibilidades en medio de la incertidumbre.

La Inducción: Una vez que una hipótesis es formulada, la inducción entra en juego. Es el tipo de razonamiento que nos lleva de lo particular a lo general, buscando patrones recurrentes que puedan dar lugar a leyes científicas. Sin embargo, la inducción nunca puede garantizar certeza absoluta, ya que el principio generalizado siempre está sujeto a la posibilidad de nuevas observaciones que puedan contradecirlo o matizarlo. Así, la inducción funciona como una forma de explorar  pero  como un proceso abierto a la revisión y modificación constante.

La Deducción:  Partiendo de principios generales establecidos, se infiere una conclusión específica que necesariamente debe seguir de esos principios. En la ciencia, la deducción se utiliza para poner a prueba las hipótesis creadas mediante la abducción y para verificar las generalizaciones realizadas por inducción. La deducción proporciona la estructura lógica que da consistencia a las teorías científicas, asegurando que las conclusiones sean coherentes con los principios fundamentales que se consideran verdaderos. La deducción, en cierto sentido, actúa como el "control de calidad" del conocimiento, buscando garantizar que lo que se está proponiendo no solo sea plausible, sino lógicamente consistente.

El Cerebro Bayesiano: Metáfora cognitiva que nos muestra cómo todo este proceso de inferencias se ajusta continuamente. Nuestra mente, no se conforma con una única hipótesis, sino que la revisa y ajusta conforme a nuevas evidencias. La teoría de probabilidad de Bayes es crucial , ya que proporciona una herramienta matemática para actualizar nuestras creencias en función de la información nueva que llega. A través de un proceso probabilístico, la mente humana "ajusta" la certeza de nuestras creencias, haciendo que el conocimiento sea un sistema dinámico que cambia a medida que se recopilan nuevos datos.

La Epistemología: Es esencial al proporcionar el marco crítico en el que todo este proceso de inferencia se evalúa. La epistemología no solo estudia cómo generamos conocimiento, sino que también se ocupa de preguntarse si nuestros métodos y resultados son confiables y válidos. Examina cómo justificamos nuestras creencias, cómo evaluamos la evidencia y cómo nos aseguramos de que nuestras conclusiones estén alineadas con lo que podemos considerar como conocimiento válido. En este sentido, la epistemología actúa como el guardián de la objetividad, la coherencia lógica y la ética del proceso científico.

La Dialéctica Inferencial: Es un ciclo continuo de creación y evaluación donde la abducción, inducción, deducción, el cerebro bayesiano y la epistemología  interactúan de manera fluida y continua. Primero, la abducción nos ofrece hipótesis creativas. Luego, la inducción nos lleva a generalizar esas ideas a través de patrones observados. La deducción verifica que esas generalizaciones sean lógicas y consistentes. Al mismo tiempo, el cerebro bayesiano ajusta nuestras creencias constantemente, actualizando nuestra comprensión con cada nueva pieza de evidencia. Todo esto se lleva a cabo dentro de un marco epistemológico que cuestiona, valida y justifica el conocimiento adquirido, asegurando que nuestras conclusiones sean lo más cercano posible a la verdad.

Adenda:

Este proceso dialéctico es fundamental para el avance de la ciencia. No se trata solo de una acumulación pasiva de hechos, sino de una constante interacción entre la creación de nuevas ideas, la evaluación de las mismas, la verificación lógica y la actualización continua de las creencias. Cada nueva observación, cada nuevo experimento, no solo refuerza lo que sabemos, sino que desafía y modifica lo que creíamos saber, avanzando el conocimiento de manera dinámica y enriquecedora. De esta manera, el proceso científico se convierte en un sistema vivo de interacción entre diferentes formas de inferencia, donde la creatividad, la lógica, la probabilidad y la reflexión crítica se entrelazan constantemente, creando un flujo de conocimiento que es tanto flexible como riguroso. Este proceso no solo es aplicable a la ciencia, esta implícitamente incluido como  modelo para la toma de decisiones y la resolución de problemas en la vida cotidiana.

 

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