Las tierras raras son 17 y algunas nos acompañan cada día
Cuando
Rodrigo de Triana dijo ¨tierra a la vista¨ era solo tierra desconocida. Hoy tenemos tierras
raras . La ignorancia es atrevida decía Sarmiento, se quedó corto, es
¨peligrosa¨. Nos dicen dónde poner los
residuos o el horario de sacar la basura, lo que no está mal, si eso fuera
suficiente. No tengo dudas de que ¨genios¨,
están subliminalmente debajo de todo evento bélico y formas sutiles de dañar al planeta con el
costo de vidas y vidas por venir. Nos ocultan a la vista el daño que genera el negocio de extracción, lo que hace un sueño
aquello de la ecología profunda. Seguimos siendo los grandes depredadores. La
ciudad de Baotou, en Mongolia es paradigmática, su Lago Negro artificial, tiene
9 kilómetros de diámetro y contiene 180 millones de toneladas de desperdicio
por el procesamiento de minerales. China tiene el 70 % de las tierras raras del planeta y su
extracción es a cielo abierto. Una tonelada de tierras raras por ¨relave¨
produce 75.000 litros de agua acida y una tonelada de residuos radioactivos.
Las tierras raras son; el escandio, itrio,
lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio,
terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio. El gadolinio se
inyecta en RNM, el neodimio en auriculares. Los nombres tienen que ver con
Escandinavia lugar donde se las descubrió.
Uno de los
elementos menos abundantes es el tulio, utilizado en equipos de rayos X
portátiles y láseres de estado sólido. Son varias las tierras raras utilizadas
en la fabricación de teléfonos móviles, ordenadores, baterías, imanes,
electrodomésticos…Están omnipresentes en la alta tecnología hasta el punto de
que se podría hablar de Edad de las
Tierras Raras ,como se habla de las de Cobre , Bronce o de Hierro.
Desde el
centro superior, en el sentido de las agujas del reloj: praseodimio, cerio,
lantano, neodimio, samario y gadolinio
La extracción y procesamiento provocan graves
impactos ambientales que Kate Crawford relata con detalles en su libro ATLAS
IA en el cual expresa claramente sobre
las tierras raras y no solo se limita a exponer los impactos negativos de su
extracción, sino que también conecta estos problemas con el desarrollo de la
IA, haciéndonos reflexionar cómo nuestras decisiones tecnológicas tienen
repercusiones tanto para las personas como para el planeta. Ella aboga por una
reflexión más profunda sobre el costo humano y ambiental de las tecnologías que
usamos, especialmente cuando se vinculan con la IA. Este enfoque ayuda a
desmitificar la idea de que la tecnología, y en particular la inteligencia
artificial, es neutral o simplemente un avance técnico, invitándonos a
considerar las implicaciones éticas y sociales de sus desarrollos.
Un capítulo especial para el oro blanco, el litio
que comparte importancia estratégica con las tierras raras, pero no pertenece al mismo grupo de elementos .
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