sábado, agosto 09, 2025

DE UN MISMO ÁRBOL DIFERENTES FRUTOS

 

DE UN MISMO ÁRBOL DIFERENTES FRUTOS

 

El "árbol de 40 frutas" por Van Aken

 

Algunos pensadores expanden con tanta fuerza su producción intelectual que ella dará origen a líneas de pensamiento cuyas diferencias solo pueden ser explicadas por la libertad que lleva implícita la misma, George Hegel es uno de estos personajes, su influencia se hizo sentir en el pensamiento de muchas generaciones.


Fue un típico intelectual, racional y lógico, siendo joven sus compañeros lo llamaban "el viejo", no creo necesario explicar la metáfora, su filosofía es un idealismo absoluto.  Con Kant se nos había demarcado límites a la razón, Hegel sin embargo le confería una infinitud integradora, consideraba a la misma como algo absolutamente dinámico, para él los seres son un "momento del proceso que está viviendo la totalidad " y cada "ser" está comprometido dentro del devenir del todo. Esta forma de pensamiento es muy afín con la filosofía oriental, en ella encontramos muchas respuestas a cuestiones difíciles de entender de otra manera.

 

 

Hegel como tantos otros que lo precedieron consideraba a su trabajo como la superación del pensamiento pasado, Kant había sostenido que nuestro pensamiento es fenoménico, es decir que se conoce solo lo que aparece (fenómeno), no lo absoluto. Hegel niega esta posición ya que relativiza el conocimiento pensando a la "realidad como el conjunto de relaciones", son estas las únicas que presentan un carácter absoluto. Solo podemos entender las particularidades en el todo y solo se es en relación con los demás. Su modelo de ser es el "ser en relación", su pensar acerca del "yo " como se puede inferir es además totalmente diferente al cartesiano y lo expresa sin dejar dudas al decirnos, "el yo es lo que es, en relación con lo que no es", expresión de una dialéctica en permanente cambio.

 


L.Vigotsky sostiene que el aprendizaje es un proceso que siempre incluye relaciones entre individuos, las relaciones para el pensamiento hegeliano conforman un sistema que da sentido a la realidad. La actualidad  nos ratifica, que la realidad es absolutamente dinámica, vemos como cada cosa concreta nos remite irremediablemente a la totalidad, no es posible pensar seriamente si lo hacemos en forma particularizada o lineal, aun cuando casi siempre actuamos de esta manera. La globalización en su forma bastarda hoy ha invadido todos nuestros espacios y la hemos aceptado sin resistencia.


Para Hegel la forma de evidenciar el comportamiento propio de la razón es cuando la misma se hace dialéctica, se parte del todo, y la estructura de la realidad comienza con una afirmación a la que denomina ¨tesis¨, que debe ser contradicha, ¨ la antítesis ,para posteriormente existir una conciliación entre opuestos, ¨la síntesis ( sin, del griego significa composición).

Estos serían los tres momentos fundamentales, enlazados entre sí con tal grado de compromiso, que la síntesis de un proceso será la tesis del siguiente, lo cual impide la dispersión al infinito hasta alcanzar la síntesis suprema.

 

Hegel define a tesis como una "afirmación cualquiera", recordando que todos los conceptos llevan dentro de sí un conflicto, es este conflicto el que le dará "movimiento" y se denomina antítesis, como una negación de la afirmación que será la encargada de dinamizar la realidad, donde la síntesis aparece como un movimiento de conciliación que será la encargada de la superación del conflicto, negación de la negación anterior, pero diferenciándose claramente porque conserva lo positivo de los dos momentos anteriores, es en ese detalle donde radica el germen de la perpetua creación.

 

Su método, la dialéctica: toda afirmación lleva dentro su propia contradicción, y de ese conflicto surge una conciliación que no borra, sino que conserva lo valioso de ambos extremos. La síntesis no es un punto final: es una nueva tesis, un paso más en la escalera infinita que va desde la materia hasta la conciencia, y de la conciencia hasta lo divino.

 

Hegel nos expresó maravillosamente bien la realidad, describiéndola como un proceso en permanente ascenso, donde "el espacio quiere ser cosa, la cosa ser viviente, lo viviente ser hombre y el hombre ser Dios".

 

Su filosofía escapo a su intencionalidad original y será con el correr de los años el origen de ideologismos dispares, los cuales por su parte darán nacimiento a movimientos extremos.

Así como el árbol de Van Aken no eligió qué injertos recibe ni los frutos que dará , Hegel no pudo controlar qué hicieron de  su tronco: Marx y Engels convirtieron su dialéctica en motor de revolución material. La derecha hegeliana la transformó en sostén de un Estado fuerte y casi sagrado. Teólogos y existencialistas la usaron para meditar sobre la libertad, la fe y la angustia humana.

Es una enseñanza profunda que las grandes ideas, una vez lanzadas al mundo, dejan de ser propiedad de su autor  y  no en todos los casos se aplica de forma literal, porque la idea central es que la realidad avanza mediante contradicciones, tensiones y procesos dinámicos y, cada disciplina adapte la dialéctica a sus propios lenguajes y métodos, por eso su espíritu de pensar en la dinámica de opuestos y transformaciones está en el corazón de gran parte del pensamiento.

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