En un mundo complejo, pensar bien empieza
por saber cómo estamos pensando
Tarde en el laboratorio de café en lo de
Marta.
Miércoles, día de señoras, pero igual dijimos presente. Entre el café y el
salpicón de preguntas, Carlos trajo el “vano crítico” y de ahí se desplegaron
los números: naturales, reales, imaginarios… hasta llegar al juicio de Simpson.
Miguel apuntó a los aciertos y errores en juicios por jurado.
En cada profesión, notamos, se piensa distinto.
En ingeniería, se va de la causa al efecto: proyectar, anticipar, como en el
cálculo del vano crítico y.... En medicina, se piensa en reversa : síntomas,
diagnóstico. En abogacía, el defensor parte de la conclusión: construir la
historia que la sostenga.
Son estrategias que se combinan, sí, pero cada
profesión primero o prioritariamente
desarrolla un tipo de pensamiento..
Recordé
el algoritmo COMPAS por su sesgo étnico y por supuesto el caso Simpson, el cual
fue paradigmático de la combinación de sesgo étnico y de falacia narrativa. La mayoría del jurado
era afroamericano y junto al aporte falaz de del abogado defensor fue declarado
en 1995 “not guilty” por el asesinato de su
exesposa Nicole Brown y su amigo Ronald Goldman. Sin embargo, en 1997, en un juicio civil que
requiere “preponderancia de la
evidencia”, fue hallado responsable y se le ordenó pagar millones de dólares a las
familias.
¨En el diario Philadelphia Inquirer, el
matemático John Allen Paulos (autor del recomendable libro El Hombre Anumérico)
le dedico un artículo expresando como
utilizo y manipulo las estadísticas el abogado defensor de Simpson, acusado del asesinato de su mujer y de su
acompañante expresando lo siguiente:
"Además
de la desagradable sensación producida por el folletín Simpson, ha habido
muchos ejemplos de lo que podríamos llamar estaticidio. Permítaseme empezar por
un estribillo repetido continuamente durante el proceso por el abogado Alan
Dershowitz. Este hombre afirmaba que, puesto que menos del uno por mil de
las mujeres maltratadas por sus compañeros mueren a manos de éstos, los malos
tratos producidos en el matrimonio Simpson no tenían que ver con el caso.
Aunque
las cifras son correctas, las palabras del señor Dershowitz son de una
incongruencia apabullante; no tienen en cuenta un hecho ineludible: Nicole
Simpson murió de muerte violenta. Dadas ciertas suposiciones fácticas
razonables de homicidio y malos tratos conyugales, se puede ver fácilmente, empleando
el teorema de Bayes, que, si un hombre maltrata a su mujer o novia y
ésta muere asesinada después, el vapuleador es el homicida más del 80 % de las
veces.
Así
pues, estaba matemáticamente justificado, a falta de otros indicios, que la
policía sospechara inmediatamente del señor Simpson. No estoy defendiendo en
modo alguno la derogación de los derechos de nuestra cuarta enmienda; me limito
a puntualizar que señalar con el dedo al señor Simpson no era, tal como estaban
las cosas, ilógico, ni fuera como sostenía el defensor una muestra de
racismo".
Larry King reportó para CNN cómo se desarrolló
la persecución de la Ford Bronco blanca que conducía O.J. Simpson el 17 de junio de
1994. O.J. Simpson se subió a una Ford Bronco blanca, recorrió una interestatal
de Los Ángeles y provocó uno de los eventos más vistos en la historia de la
televisión.
¿Serían
frecuentistas o bayesianos los miembros del jurado?
El
abogado había expuesto que según los datos del FBI en 1992 que un marido o
novio abusador continuara hasta el asesinato solo se daba en 1 entre 2500
casos, es decir que pocos abusadores continúan hasta matarlas.
Esto
pareciera ser verdad, pero el planteo no es el correcto, además de la
importancia de la probabilidad previa, es importante saber que el
90 % de todas las mujeres maltratas y asesinadas lo fueron por su abusador
lo cual si es un dato relevante.
La
defensa: Conjuga narración y estadística verdadera... y
tramposa Repito
,durante el juicio, el abogado de Simpson afirmó que solo 1 de cada 2500
hombres que abusan de sus parejas terminan asesinándolas. Según ese
razonamiento, aunque Simpson hubiese maltratado a su esposa, la probabilidad de
que la hubiera matado era bajísima. ¨El número¨ era correcto.
El
numero era correcto: ,el problema era la pregunta. Lo que el jurado debía evaluar no era: “¿Cuántos
abusadores cometen asesinato?” Sino: Lo que debía evaluar era: “Dado que ella fue asesinada, ¿Cuál
es la probabilidad de que haya sido su abusador?”
Es aquí
donde entra en juego el Teorema de Bayes, cuya fórmula matemática que nos
permite actualizar nuestras creencias ante nueva evidencia. Bayes nos enseña
que no basta con conocer una probabilidad aislada; hay que saber cómo cambia
esa probabilidad cuando se incorpora un nuevo dato. Aun cuando la mayoría de las veces lo usamos sin saber o
no, lo usamos porque nuestro cerebro es
bayesiano . Lo de teorema me recuerda cuando a Cacho le pregunto la profesora
acerca de Thales y pretendió inútilmente esconderse detrás del gordo Maciel.
Tranquilo Cacho tu cerebro bayesiano no te pide ,actúa sin permiso.
El
dato relevante: Estudios
muestran que cuando una mujer abusada es asesinada, en el 90 % de los casos el
asesino es el mismo que la maltrataba. Esa es la probabilidad que importa.
Usando el Teorema de Bayes, matemáticos como John Allen Paulos demostraron que,
en contextos como el de Simpson, la probabilidad de que el abusador sea también
el asesino supera el 80 %, incluso si solo un pequeño porcentaje de abusadores
llega a matar.
El
argumento del abogado, aunque basado en un número verdadero, comete una falacia
bayesiana: confunde la dirección de la probabilidad condicional.
El
juicio: Es
aquí donde surge una de las preguntas a hacer acerca de la acción de los
jurados: en este caso es; ¿piensan los
jurados como frecuentistas o bayesianos? En general, los jurados —como la
mayoría de las personas— piensan en frecuencias. No ajustan a sabiendas sus creencias a la luz de nuevas
evidencias. Por eso, datos como “1 en 2500” pueden sonar definitivos, aunque
sean irrelevantes. Un razonamiento bayesiano, en cambio, parte de una ¨probabilidad
previa¨ y la modifica cuando aparece un nuevo indicio. Esa es la diferencia
entre contar historias y entenderlas.
Epílogo:
Todos estamos invitados a la alfabetización
estadística y al pensamiento crítico, en un mundo donde la información (y
la desinformación) se propaga rápidamente y la estadística es un arma de doble filo .Lo
más inquietante de este caso no es solo la absolución de Simpson, sino
el modo en que la estadística puede ser manipulada, incluso con cifras
verdaderas. Tal como ya nos advertía
Nassim Taleb, las probabilidades mal entendidas pueden generar decisiones
trágicas.
El juicio
por jurado y el “velo de ignorancia” de J. Rawls comparten una idea clave: ¨Nadie debe hacer o
aplicar las reglas sabiendo si le beneficiarán o perjudicarán¨. Rawls
propone imaginar que no sabemos qué rol tendremos en la sociedad (acusado,
juez, rico, pobre), para que elijamos principios justos para todos. El juicio
por jurado refleja esto al poner la decisión en manos de ciudadanos comunes,
iguales entre sí y al acusado, lo que favorecería la imparcialidad. En Argentina, este sistema
busca acercar la justicia a la ciudadanía y limitar el poder exclusivo de los
jueces. Si bien enfrenta desafíos (educación, prejuicios, desigualdad),
representa una apuesta democrática por una justicia más equitativa,
participativa y legítima.
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