INTENSA MENTE Desde el cuerpo a la mente
En las últimas décadas, el
estudio científico de las emociones ha experimentado una expansión
significativa, integrando aportes provenientes de la neurociencia, la
psicología cognitiva y la filosofía de la mente. Autores como Antonio Damasio
(1994, 2010) han enfatizado la primacía del cuerpo en la génesis de los estados
afectivos, mientras que la tradición filosófica, desde Spinoza en adelante, ha
sostenido que la vida emocional constituye un modo fundamental del ser.
La película Intensa mente
parecía una película para chicos y lo es pero se ha convertido en un caso
paradigmático de divulgación científica aplicada al desarrollo socioemocional.
Su representación de las emociones básicas, los sistemas de memoria y la
organización del yo permite articular, en un lenguaje accesible, ideas centrales
de la neurobiología contemporánea. n
La película dialoga con tres pilares de la
conciencia:
Sherrington Propiocepción: La mención de la escena de la niña reconociendo sus manos subraya que la identidad afectiva debe
fundarse en un yo corporal bien mapeado. Sin sentir el cuerpo
propiocepción, no hay conciencia afectiva
Spinoza (Conatus): La idea de que la emoción es un mecanismo de regulación biológica
para "perseverar en la existencia" la tendencia innata a la vida.
Esto eleva a las emociones más allá de ser meros "sentimientos"
psicológicos; son funciones de supervivencia.
Damasio Teoría Somática: El énfasis en que las emociones acontecen en el teatro del cuerpo.
Constituye una metáfora coherente con el modelo actual de la integración
afectiva.
El cuerpo
como fundamento: Sherrington ,Spinoza, Damasio y la primacía somática
Damasio sostiene que las
emociones propiamente dichas, los apetitos y las reacciones reguladoras básicas
acontecen en el teatro del cuerpo bajo la guía de un cerebro congénitamente
sabio. Esta afirmación recupera el núcleo de la intuición spinoziana: el conatus,
entendido como la tendencia de cada organismo a perseverar en su existencia sin
necesidad de deliberación consciente.
En este marco, la emoción no
es un mero epifenómeno psicológico, sino un mecanismo evolutivo de regulación
biológica. Desde esta perspectiva, INTENSA MENTE acierta al ubicar la vida
emocional en una interfaz continua entre cuerpo y mente, donde cada emoción
responde a patrones adaptativos específicos.
La escena inicial en la que
la protagonista reconoce sus manos ilustra la constitución del yo corporal.
Sherrington denominó propiocepción al “sentido secreto” que permite al
organismo construir un mapa interno de sí mismo. Este reconocimiento preliminar
es condición necesaria para la emergencia posterior de la conciencia afectiva.
Las emociones básicas y su relevancia
evolutiva
…¨Las
emociones propiamente dichas, los apetitos y las reacciones reguladoras más
sencillas tienen lugar en el teatro del cuerpo bajo la guía del cerebro que es
congénitamente sabio, diseñado por la evolución para ayudar a gestionarlo.
Espinoza intuyo esta sabiduría neurobiológica congénita y compendio la
intuición en sus afirmaciones de conatus,
la idea de que, por fuerza, todos los seres vivos tratan de preservarse sin
conocimiento consciente del empeño y sin haber decidido como entidad
individual, emprender nada.
A Damasio
La película organiza la vida
afectiva en torno a cinco emociones básicas: alegría, tristeza, miedo,
desagrado y furia. Esta elección coincide con las propuestas de la psicología
evolucionista (Ekman, 1992) y con la visión jerárquica de Damasio, según la
cual estas emociones son universales, automáticas y filogenéticamente antiguas.
Un aspecto de interés es el
orden narrativo elegido: la primera emoción que aparece es la alegría. Desde un
punto de vista cinematográfico, esta decisión enfatiza el vínculo afectivo
temprano con los cuidadores. Desde la biología evolutiva, sin embargo, emociones
como el miedo son más antiguas y constituyeron mecanismos de supervivencia
tempranos en la filogenia de los vertebrados. Esta inversión narrativa permite
destacar una tesis relevante: la afectividad humana no se explica únicamente
por mecanismos de defensa, sino también por sistemas de apego y cooperación.
Organización modular del yo: islas, memoria y
estabilidad afectiva
Uno de los aportes más
originales de la película es la representación del yo como un conjunto de
“islas de personalidad”. Estas islas funcionan como módulos simbólicos y
conductuales que se activan según experiencias vitales significativas.
Sostienen el sentido de continuidad personal y dependen del equilibrio entre
las emociones básicas.
La desestabilización del
sistema ocurre cuando dos emociones —alegría y tristeza— son expulsadas del
comando central. Esta metáfora es consistente con la psicología del desarrollo:
la adecuada regulación emocional requiere la coexistencia funcional de emociones
positivas y negativas. La ausencia o desbalance de alguna de ellas produce
desregulación afectiva, tal como ocurre en estados depresivos o ansiosos. El
tránsito de las protagonistas por el depósito de memoria de largo plazo también
es coherente con teorías contemporáneas de consolidación y reconsolidación
mnésica (Nader, 2000). La película muestra cómo las experiencias significativas
se archivan, se reactivan y se transforman con el tiempo, enfatizando la
plasticidad del yo.
El amigo imaginario como mecanismo
transicional
Quien de chico no tuvo un
amigo imaginario , cumple un rol teórico relevante: Funciona como puente entre la imaginación
infantil y el pensamiento más abstracto y regulado de la preadolescencia. Su descenso al “subconsciente” puede leerse
como metáfora del progresivo abandono de estructuras simbólicas infantiles
necesarias para la consolidación del yo adolescente. El pasaje por el
“territorio de lo abstracto”, donde las imágenes se reducen a formas
geométricas, recuerda la evolución cognitiva descrita por Piaget: del
pensamiento representacional al formal.
Adolescencia temprana y complejificación
emocional
El retorno de la alegría y
la tristeza al “tablero de comando” no restaura el sistema inicial: lo
transforma. La consola emocional aparece ampliada y más compleja, lo que
representa la reorganización afectiva propia de la preadolescencia. A los doce
años, las emociones dejan de operar como estados discretos y comienzan a
integrarse en configuraciones mixtas, coherentes con los modelos actuales de
emocionalidad compuesta (Barrett, 2006). 8La frase final de la película—“¿Qué más le puede pasar si ya
tiene 12 años?”— sintetiza este punto: la emergencia de la complejidad
emocional constituye el umbral del desarrollo adolescente.
Conclusion
La película Intensa-Mente,
( 2015) permite articular conceptos
centrales de la neurociencia afectiva contemporánea, la filosofía de las
emociones y la psicología del desarrollo. A partir de las nociones de conatus
en Spinoza, la concepción neurobiológica de las emociones en Damasio y el papel
fundante de la propiocepción descrito por Sherrington, se examina la emergencia de la vida emocional, la
organización modular del yo y los procesos de integración afectiva durante la
infancia y preadolescencia. Nos ilustra
que la vida emocional no es un fenómeno exclusivamente mental, sino un proceso
encarnado, dinámico y evolutivamente estructurado. La transición del cuerpo a
la mente —y de la mente a la complejidad emocional adolescente es una
construcción continua, dependiente tanto de mecanismos biológicos como de
experiencias socioemocionales.