Más
allá del sí y del no:
Entre la lógica formal y las otras formas de pensar
Los cuatro pilares del pensamiento lógico
clásico:
1. Identidad: Toda
cosa es idéntica a sí misma. “A es A.” Un juicio analítico es verdadero porque
el predicado está implícito en el sujeto.
2. No
contradicción: Una proposición y su negación no pueden ser verdaderas al mismo tiempo
y en el mismo sentido. No puedo afirmar “A es” y “A no es” simultáneamente.
3. Tercero
excluido: No hay término medio entre una proposición y su negación. O bien “A
es”, o bien “A no es”. Una de las dos debe ser verdadera.
4. Razón
suficiente: Todo lo que es, tiene una razón para ser y no ser de otra manera.
Estos principios conforman un universo ordenado y estable. Pero ¿qué ocurre cuando
intentamos aplicar esta lógica a lo cambiante, lo ambiguo, lo autorreferencial
o lo contradictorio? Debo reconocer al Profesor Iturriaga Gabancho su calidad
docente. En el libro que nos recomendara de Vicente Fatone que aun conservo leí y en oportunidades me llama para que lo
lea ,me encontré con el tercero excluido que para mí es la puerta a una lógica distinta
con
El problema de los dos altares:
Imaginemos una isla con dos altares: el de la
Verdad y el de la Falsedad. A alguien recién llegado le hacen una pregunta si
responde con verdad es sacrificado en el altar de la Verdad; si responde con
falsedad en el de la Falsedad. Una lógica perfecta, sin escapatoria.
Pero un día llega Hegel. Le preguntan:
—¿Dónde quieres ser sacrificado?
Y responde:
—En el altar de la Falsedad.
¨La diferencia es una sutileza¨ : ¿Y ahora?
Si lo llevan al altar de la Falsedad, estaría diciendo la verdad, por lo tanto,
debería ir al de la Verdad. Pero si lo llevan al de la Verdad, entonces mintió…
y debería ir al de la Falsedad. El círculo se rompe. La lógica se enreda en su
propio juego, Hegel se salva revela la dialéctica como
mecanismo para ir más allá de los opuestos rígidos.
Más que una anécdota, este ejemplo muestra
los límites de la lógica binaria ante situaciones que involucran
autorreferencia, paradoja o transformación. No se trata de una trampa, sino de
un cambio de perspectiva: lo que parece una contradicción puede ser la antesala
de un nuevo nivel de comprensión.
Hegel y el pensamiento en
movimiento
Para Hegel, la contradicción no es un defecto
del pensamiento, sino su motor interno. La realidad no es un sistema estático
de verdades absolutas, sino un proceso en el que lo afirmado y lo negado se
atraviesan, se tensionan y se superan. Entre el ser y el no ser, Hegel
introduce una tercera figura: el devenir. Lo que la lógica clásica considera paradoja o
error, la lógica dialéctica lo considera proceso de tesis-antítesis síntesis…La
contradicción deja de ser algo a evitar para convertirse en el impulso mismo
que mueve al pensamiento a superarse.
Otras lógicas para el mundo
de hoy
Hoy sabemos que no hay una única lógica, existe otras como la informal , bayesiana cuánticas
y,… Cada una responde a diferentes necesidades: conjeturas hipótesis ,incertidumbre,
contradicción, ambigüedad, cambio. La mente que sabe razonar no es la que se
aferra a una sola forma, sino la que sabe cuándo y cómo usar cada lógica,
como quien cambia de herramienta según el terreno. No se trata de abandonar la
lógica formal —ni de “superarla”—, sino de integrarla en un sistema más amplio
y flexible que es nuestro kit de sobrevida cognitivo.
Pensar es aprender aprender como cambiar
Entre el sí y el no, entre el ser y el no
ser, existe un espacio que la lógica clásica no puede habitar pero que la vida
reclama. En ese umbral nace el pensamiento que no solo clasifica, sino que
atraviesa, escucha, transforma. Pensar, en este siglo, ya no es solo aplicar
reglas formales, sino saber cuándo detenerse ante una contradicción, cuándo
habitarla y cuándo dejarse transformar por ella. Como diría Hegel, la
contradicción no es el final del pensamiento, sino su principio.
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