Biblioteca de Babel Torre de Babel
En nuestras tardes de café , se oficia una “misa laica”, donde el
rito no es la oración sino la conversación y la pregunta que se lanza al amigo como un puente para el dialogo. En ese espacio, los libros no son solo objetos sino también
testigos, herencias, espejos de ideas, de preguntas de lo que nos preocupa en ese universo propio
que cada uno construye con palabras. Cacho, una vez más, nos recordaba su
inquietud por el destino de su biblioteca, que guarda con un orden casi ritual.
Nos comentó que la British Library es una de las más grandes del mundo; Miguel,
por su parte, mencionó Medline como fuente médica recomendada. En 1992 compré Hispánica, todavía la tengo, como así también el Tesoro
de la Juventud que compro mi padre cuando yo tenía 4 años. Sin dudas los libros comprado en la infancia o décadas después no son solo papel, sino un símbolo de continuidad personal, familiar,
afectiva.
En mis años de salesiano teníamos una materia en la
primaria :Historia Sagrada, se nos pretendía enseñar acerca de la soberbia humana,
ejemplificando con los descendientes de Noe que habían pretendido llegar al
cielo (¿al infinito?) con la Torre de Babel . Ambas
historias, a pesar de pertenecer a contextos y géneros diferentes, se conectan
íntimamente. El *premio* de Dios fue generar los distintos idiomas
,al no poder entenderse entre sí ,dejaron de construirla y se expandieron por
toda la tierra…La
palabra "Babel" proviene del hebreo y significa "confusión"
o "puerta de Dios". Y, sin
embargo, paradójicamente , ese "castigo" es también el origen de la
diversidad cultural, del otro, de la necesidad de traducción, de
interpretación, de empatía.
¨El universo que otros llaman La
Biblioteca¨ Así comienza la Biblioteca de Babel, y sigue , allí están todos los libros
que se han escrito, que se escribirán y que podrían escribirse, con todas las
combinaciones posibles de letras, muchos de los cuales son incomprensibles y
caóticos. J.L.Borges adapta la historia bíblica como una ¨biblioteca
infinita y caótica¨, para recordarnos que la búsqueda interminable de
significados y verdad en un mar de información es en gran parte inútil que la sobreabundancia es tan inútil como la
ausencia. Pero paradójicamente lo que nos salva, quizá, es el intento de
búsqueda, algo que es profundamente humano.
¿Qué se
necesita para apropiarse, sin soberbia , un poco, de aquello que nos aportan
las bibliotecas no babelianas?
La
epistemología es como un GPS muy descuidado, que nos permite evaluar y utilizar
la formulación de preguntas y repreguntas( los fieles servidores) con lo cual se
dirige la búsqueda y el análisis de datos (unidad de conocimiento) de manera
efectiva, para poder aprovechar en lo posible lo que nos brinda la ¨biblioteca¨. En
este marco, las inferencias como la abducción, inducción, deducción y la íntima
relación de las mismas con la analogía y su retroalimentación dialéctica son
herramientas intelectuales imprescindibles para pensar el mundo. Cada
uno de estos términos es digno de revisión y apropiación. La lista de
epistemólogos es importante, entre los argentinos Bunge, Klimosky , Samaja... Algunos
muy importantes lo son sin saberlo.
M. Bunge considera que la falla grave de la educación
universitaria es la carencia de formación epistemológica.
Afirma que las preposiciones son
el equivalente lingüístico de las relaciones lógicas, y nos propone: si en la
frase filosofía ¨y¨ ciencia, sustituimos la conjunción por la preposición ¨de¨,
no hace falta mucha imaginación para ver que el sentido de la frase cambia
totalmente, sugiere otras preposiciones para definir epistemología. Creo que Bunge estaría de acuerdo enseñar
epistemología , con la metodología y los docentes adecuados desde los primeros años,
desde las primeras preguntas, desde los primeros problemas, ya que esto permitiría el avance del conocimiento en todos sus
aspectos y en cualquier disciplina,
permitiendo que la búsqueda sea lo más
eficiente posible.
Para Cacho: ocupado y
preocupado en su biblioteca sin
resignación, su laberinto, es necesario
que comprenda, creo lo sabe. que no se trata de escapar del laberinto sino de
aprender a habitarlo, tal vez le sirva
aquello que nos legara Borges:
"La biblioteca es ilimitada y periódica.
Si un eterno viajero la atravesara en cualquier dirección, comprobaría al cabo
de siglos que los mismos volúmenes se repiten en el mismo desorden (que,
repetido, sería un orden: el Orden).Mi soledad se alegra con esa elegante
esperanza."
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