"Del Antropocentrismo al
Microcosmos: Una Revisión del Lugar Humano en el Universo"
¨El hombre es la medida de todas las cosas¨
Protágoras
Cosmos es todo lo que es, todo lo que fue y
todo lo que será.
Carl Sagan, Cosmos:
un viaje personal.
Desde milenios la
humanidad ha mirado hacia arriba, al Cosmos Sideral, preguntándose acerca de si
cambia o es inamovible, si existe algo más allá o el mismo ¨más allá¨. Esos
interrogantes nos seguirán atosigando por siempre, como decía una celebérrima
¨política¨. Solo en los últimos siglos ha existido una visión científica más
interesada en lo muy pequeño y cercano. L. Margulis y D. Sagan nos proponen una
¨medida¨
distinta a la de Protágoras, desde su ecología profunda nos posicionan en la
parte inferior de la escala, como la permutación final de una larga y
continuada evolución de habitantes más diminutos, más antiguos, y con mayor
capacidad de adaptación química; ¨las bacterias¨. La vida sobrevivira sin
nosotros, pero no podríamos vivir separados del microcosmos. Sugiriéndonos que
deberíamos socráticamente llamarnos, Homo insapiens, insapiens.
El neodarwinismo
considera la sobrevivencia de los más fuertes, ellos postulan una alternativa
interactiva y simbiótica de la vida, y a la simbiosis como la promotora significativa de la producción de
innovaciones evolutivas. La vida no es solo asegurar que los genes más
espabilados perduren, sino la unión
simbiótica y cooperativa que posibilite triunfar a los que se asocien.
Dicen que ya participamos de una asociación callada
e incontrovertible con organismos fotosintéticos, los cuales nos nutren, de
productores de gas que nos proporcionan oxígeno, de bacterias heterótrofas y de hongos que eliminan y transforman nuestros
desechos y que ningún designio político
ni ningún avance tecnológico sería capaz de disolver esta asociación. Para hacernos más entendible su visión nos
recuerdan, que las bacterias fueron los
únicos habitantes hacen 4000 millones de años, que inicialmente eran
anaeróbicas respirando y utilizando energía de compuestos químicos de sulfuro
de hidrogeno y metano, pero se envenenaron cuando algunas de ellas
liberaron oxigeno como producto
residual, y que las plantas y los animales somos unos recién llegados, que
podríamos ser fenómenos pasajeros en una evolución principalmente bacteriana.
Aseguran los autores que somos un
fenómeno microbiano más.
V. Vedral en su
libro ¨Descodificando la realidad. El universo como información
cuántica¨ dice que la ¨información es física¨ y ella es la ¨magnitud fundamental del
Universo¨, la que permite la conectividad y la existencia misma. Un integrante del microcosmos que no llega ni
a bacteria, el virus ratifica la
importancia de la información, con sus dos caras, una de ellas hace peligrar
nuestra existencia.
Cada virus es un transportista
profesional de genes
A esa cara, la de los virus P. Medawar (Nobel) la define;
¨ malas noticias envueltas en proteínas¨.
Estas nano criaturas acelulares han infiltrado toda la vida del planeta y en
fila son 200 millones de años luz, nuestra galaxia solo tiene 150. Somos
minoría entre bacterias, arqueas, hongos,
virus y priones (proteínas sin genes) estos fueron descubiertos por Stanley
Prusiner (Nobel 1997), y producen ¨vacas locas¨, dejan
cerebros hechos una esponja. Su historia incluye canibalismo (enf. de
Kuru). E. Kandel (Nobel) estudiando la memoria, dio con un prion ¨bueno¨, el cual tendría importancia en la memoria a largo
plazo.
¿Pero que
hacen los virus? Ellos penetran una célula,
cualquiera sea ¨el transporte¨ que
utilicen, y se sienten como en su casa, se quitan la capa de proteínas y
utilizan a la célula como copiadora de sus genes, fabrican así nuevas capas de
proteínas, el resultado final; millones
de nuevos virus ¨encapados¨ salen de la célula a la cual dañan, aunque no siempre, para continuar su ciclo ¨vital¨ muy elemental; infectar, reproducirse para
¨vivir¨ y también muchas veces, mutar. Algunos se quedan ¨quietos¨ en el
cromosoma hasta ser activados ¿? Su trascendencia ecológica juega un papel
importante en la biodiversidad, la abundancia, y la riqueza de la vida, su
omnipresencia es necesaria. Como siempre,
no todo es tan malo ni tan bueno.
Como ¨transportistas no agremiados¨, tienen la
posibilidad de introducir ¨genes buenos¨ en células y alterar la información
perjudicial. No es sencillo pero muy sintéticamente; implica identificar el
gen, aislarlo, utilizar enzimas para cortar, pegar, copiar y por supuesto el
transportador apropiado. La enzima que
pega se llama ligasa, la enzima que copia se llama polimerasa que también llena
huecos y repara. Las enzimas que protegen a las bacterias de la acción de los virus se llaman ¨enzimas de
restricción¨ La posibilidad de combinar dos piezas de ADN, da un ¨ADN
recombinante¨.
El poder introducir un determinado gen o genes de manera
permanente en el genoma es utilizado por
la industria en el ¨límite de lo ético¨. En los noventa con un gen de medusa, hicieron brillar ratones en la
oscuridad, en 2014 a ratones se les introdujo un gen que controla la
comunicación neuronal, aumentando así su memoria y nivel cognitivo y
después…
Cada día los virus marinos matan entre el 20 al 40% de
las bacterias marinas proveyendo una cantidad importante de nutrientes al medio
marino.
Un ejemplo de simbiosis y simbiogénesis es la relación
entre avispas-orugas-genes. La avispa pone huevos para desarrollar sus
larvas en la oruga, terminan comiéndola. La oruga desarrolla su sistema inmunológico para evitar ser comida, pero un
virus que se reproduce en los ovarios de la avispa y queda en los huevos, se
integra al genoma de la oruga e inhibe la defensa.
Como contrapartida algunas orugas incorporan el ADN externo y lo integran en su genoma, se
defienden transformándose en ¨mariposas transgénicas¨. En la naturaleza la simbiogénesis
y transgénesis horizontal ocurre desde hace millones de años. Paradójicamente la mariposa ¨Monarca¨ es un emblema anti transgénico.
El
SARS-CoV-2 (covid 19) es un retrovirus esférico que codifica 4 proteínas : la
proteína S (spikeprotein), la proteína E (envelope), la proteína M (membrane) y
la proteína N (nucleocapsid). La proteína N está en el interior asociada al
RNA viral, y las otras asociadas a la capa viral. La proteína S forma
estructuras que sobresalen de la capa del virus y contiene el dominio de unión
al receptor de las células que infecta y, por lo tanto, es la proteína
determinante del tropismo del virus y de fusión de la membrana viral con la
celular y de esta manera permite liberar el genoma viral en el interior de la
célula a infectar.
El cuadro clínico de esta pandemia que nos toco es de lo más complejo
y tiene que ver en entre otras cosas en cómo reacciona nuestro sistema
inmunológico, se siguen descubriendo síntomas y secuelas. Lo que se sabe; la distancia social ,el lavado de
manos con jabón, el uso de barbijos y muchas, muchas dudas, sin tratamiento
específico, aun sin vacuna disponible , aunque hay varias de ellas en
diferentes etapas de ensayos clínicos.
Lo paradójico es que si alguien oprimiera el botón rojo para hacer
desaparecer todos los virus del planeta cometería un gran error, ellos son,
aunque no lo parezca, necesarios.
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