El 14 04 2013 Cacho me regalo un
libro de U. Eco con el atractivo nombre de ¨Kant y el Ornitorrinco¨. Según Eco
en este ensayo es mucho lo que dice y muchísimo lo que no dice, que
adopta como emblema la cita de Boscoe Pertwee:
¨Hace tiempo estaba indeciso, pero ahora ya
no estoy tan seguro¨
Agradece a S.G.Gould lo del ornitorrinco.
Como ¨deudor¨ de tantas ideas de Borges dice que es un consuelo, que hablando
de tantas cosas no hablo del ornitorrinco. Disfrutaba así de haberse substraído
de la *angustia* de su influencia.
Sostiene que este animalito pone a prueba la
teoría del conocimiento, que para él no está hecho de pedazos de otros animales
sino todo lo contrario dada su aparición muy remota, los otros están hechos de
sus pedazos. El ornitorrinco se convierte en Eco en algo
más que un capricho de la evolución o una rareza biológica: es una verdadera
prueba de fuego para nuestra forma de conocer. Nos recuerda que el pensamiento
humano —tan estructurado, tan apegado a categorías y etiquetas— se tambalea
cuando aparece lo que no encaja. Y es ahí, precisamente, donde se juega lo más
interesante: en la grieta entre lo que creemos saber y lo que se nos presenta
como inasimilable.
Eco dice
que ante lo desconocido reaccionamos por aproximación: buscamos en nuestra “alcancía
mental” lo más parecido, lo que ya entendemos. Pero ¿qué pasa cuando no
hay nada con qué comparar? ¿Qué hacemos cuando aparece un ornitorrinco en
nuestras vidas —una persona, una idea, una situación— que desafía todo lo que
dábamos por cierto?
Toma como ejemplo a Marco Polo cuando encontró
en Java rinocerontes pensó que eran unicornios, por analogía con otros animales,
pero estos además de su pelaje negro a diferencia del de la leyenda, era casi
repulsivo a la vista, nada que ver con que se deje capturar por la doncella. ¿Qué
le hubiese pasado si hubiera ido a Australia y se encontrara con el
ornitorrinco? Tal vez lo que les ocurrió a los que lo vieron por primera vez y
mandaron la piel a Inglaterra donde se pensó que era un fraude. El ornitorrinco no es solo un animal extraño, es también una metáfora
de nosotros mismos que muchas veces somos : contradictorios, indefinibles en
nuestras emociones, en nuestras ideas, en nuestras formas de ser.
Cacho dice que está convencido que hay un ser
superior, esto podría tener doble utilidad: ¿Sin nada con que relacionar el
ornitorrinco con los reptiles, como podría decirse que fue reptil que ahora está
transformándose en mamífero? ¿Sera tal vez un mamífero transformándose en ave?
¿Un ave transformándose en reptil? Dado que nadie sabe de donde proviene ni a donde
va, quizás sea que fue diseñado por un ser superior, el Creador o, todo lo
contrario.
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