El vuelo de las golondrinas: memoria, migración y
destino
Monumento a las Golondrinas en la Plaza San Martín Goya
Los conciudadanos les erigieron un monumento en la Plaza San
Martin de la ciudad, le pregunté a un amigo si era cierto, y puso cara de yo no
fui. Pero lo que sí parece ser verdad, es que los
chicos reciben información de sus maestros acerca de la migración de las
golondrinas, les explican que estas maravillosas aves migran realizando un
increíble viaje de 12.000 kilómetros y que en ida y vuelta completan 24.000
km., lo que representa casi un vuelo completo alrededor de la Tierra.
Pero no creo les expliquen que solo regresan a USA las que se salvan del 22. Se enteran los chicos, que el plan de vuelo dura treinta días, con 15 hs. diarias y 450 km por tramo, a una velocidad de 30 km por hora, y una altitud de 2 km, aprovechándose así de los vientos de cola y evitando de ser posible encontrarse con otros pájaros y depredadores.
Una bandada de golondrinas en una
campaña consume mil millones de insectos, es un insecticida ecológico
incomparable, que acumula 120 gramos de grasa para llenar su
"tanque", grasa que se deposita en su cuerpo salvo el corazón, cuyo
consumo comparativamente con un jet 737 es un millón de veces menor.
La migración es un tema milenario.
Mucho antes que la humanidad inventara el cartografiado y descubriera las
propiedades de la brújula, los animales cada uno a su manera, teníamos incluido
en nuestras plaquetas las condiciones necesarias para migrar, sin siquiera
presumirlo.
Aunque no es el caso específico de
las golondrinas, el cambio de uso horario se acompaña en nuestro caso de
modificaciones de nuestro "reloj biológico", sobre todo cuando
viajamos hacia el este, porque se va en sentido opuesto a nuestro reloj de
serie. Esta modificación en nuestros relojes biológicos es conocida como jet
lag. En síntesis, la migración aparece, así como un fenómeno biológico,
instintivo, periódico, sociocultural, cada vez más conocido, y no solo el ir de
un lado a otro buscando las mejores oportunidades.
El Nobel de Medicina 2014 le fue otorgado al inglés O'keefe que
descubriera en las ratas las células de lugar y al matrimonio May-Britt Moser y
Edvard Moser que descubrieron las células de red, estas junto a las anteriores
células conforman una cuadricula, un sistema de coordenadas cuyo centro parece
estar en el hipocampo y que permite un importante cartografiado, base de la
memoria espacial que habilita "navegar" y no solo a las aves. La zona
entorretinal es un lugar único por la posibilidad de permanente generar nuevas
neuronas. (ver neuroplasticidad).
Nuestra memoria espacial es muy importante ella está siempre
reciclándose y en desarrollo, por eso recordamos con facilidad todo aquello que
se refiere a cualquier forma de cartografiado. Lamentablemente esta zona es
también una de las localizaciones preferidas del *Alemán*.
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