sábado, septiembre 06, 2025

Pensar en imágenes, del espejo al concepto

 


Mi  experiencia personal como entrada a la representación:  Desde pequeño me impresionaron los espejos. tendría 4 años y me pare en una vidriera a mirar la etiqueta de un limpiador llamado Relusol: en ella un gato aparecía reflejado en una sartén reluciente. Aquella imagen me enseñaba, sin saberlo, que los reflejos no son meras copias: tienen un poder inquietante. Lo comprendí más tarde, leyendo sobre las llamadas “neuronas espejo”, descubiertas por G. Rizzolatti, que muestran cómo la imitación y la empatía están literalmente cableadas en nuestro cerebro. Por supuesto cuando chico miraba juguetes a veces inalcanzables y, no solo puloil.

 


Cuando visitamos el Prado  yo había leído acerca de Velázquez, con sus Meninas, quien ya había intuido este juego especular sin saber nada de neuronas espejos: No solo miramos  su pintura también somos mirados. Pero antes de seguir una anécdota. Había un grupo con una señora creíamos que era una guía y hacia preguntas al grupo, nos sentimos integrados y ,ante una pregunta Blanca le contesto, la señora le dijo por favor deje que contesten los alumnos . Con las disculpas de rigor seguimos mirando en silencio. Foucault analiza con maestría  Las Meninas en su libro Las palabras y las cosas.

Foucault estudia cómo cada época organiza el saber a partir de lo que él llama epistemes: configuraciones históricas que determinan qué es pensable, visible y decible. En la época clásica (siglos XVII–XVIII), según él, la representación es el modo fundamental de conocimiento: conocer es representar, es decir, poner delante lo real como en un espejo.

Las Meninas le sirve a Foucault como ejemplo privilegiado porque ahí la representación se dobla sobre sí misma. El cuadro no solo representa a la infanta, a las damas y al pintor: representa el acto mismo de representar Velázquez pintando, el espejo con los reyes, el lugar del espectador…

Cuando Foucault habla de epistemología de la representación, se refiere al modo histórico en que la representación funcionó como fundamento del saber en la modernidad temprana. Velázquez, con su cuadro, no solo pinta: hace visible el propio dispositivo de representar. Por eso Las Meninas no es solo arte, sino un documento de una época donde conocer, pintar y decir eran variaciones de un mismo gesto: reflejar el mundo como imagen.

Qué implica “epistemología de la representación” No se refiere a un tratado formal, sino a la condición de posibilidad del saber clásico:  El mundo puede ser captado como imagen. La relación sujeto–objeto se organiza como espejo y reflejo. El lenguaje y el arte se alinean en este mismo régimen: describir, ordenar, mostrar.

Difícilmente Velázquez pensara en términos de “epistemología de la representación” como lo hace Foucault siglos después. Su conciencia era más artística No podía prever que en su gesto se anticipaba un problema mayor, el de la auto reflexividad de los sistemas de signos, que siglos después resonaría en Foucault, en el arte contemporáneo y hasta en la ciencia cognitiva.

 

 

A.Einstein decía que sus procesos de pensamiento eran fundamentalmente visuales e intuitivos, no verbales.  Hablaba de “imágenes” y “sensaciones musculares” internas, más que de palabras. Para él, el lenguaje era un medio secundario: primero estaba la configuración imaginaria, luego la traducción a fórmulas o frases.  S. Hawking decía: Las ecuaciones son necesarias para hacer cálculos, pero son la parte mas aburrida de las matemáticas ,porque la mayoría de las ideas interesantes, se presentan en imágenes o palabras.

Hace años un querido amigo Miguel A. Dellamea me regalo un  libro ¨Jugando con las imágenes ¨de F. Dagostini realmente en sintonía con lo que mencione previamente.

Es imperativo mencionar el aporte de J.J.Pozo que en su libro ¨Humana Mente El mundo la conciencia y la carne¨  nos ofrece Tres monedas cognitivas : información que debe entenderse en términos matemáticos ,como el número de opciones  generadas a partir de una serie de variables binarias sin contenido , representación y redescripcion cómo imagen matriz , la central que  organiza  internamente  y nos permite la tercera moneda;  el conocimiento , el saber operar, el que  aplicar en cada  acción cualquiera sea su tipo. En otras palabras: la imagen como matriz del pensar atraviesa la pintura barroca, la epistemología moderna y la creatividad científica.

 

Epílogo

En Las Meninas Velázquez  encarna en el arte. Foucault hace una epistemología de la representación como condición histórica del saber. Einstein y Hawking testimonian que, en la práctica científica ,incluso la ciencia más abstracta nace de imágenes mentales antes de ser lenguaje o ecuación. Pozo: nos da el marco cognitivo actual: lo que importa no es la memoria bruta, sino la capacidad de representar e integrar, es decir, de organizar imágenes internas que se transforman en conocimiento.  Y yo, al recordar aquel gato reflejado en una sartén de Relusol, descubro que tal vez todo empezó ahí: una imagen trivial que, sin saberlo, me enseñó a pensar en imágenes.

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