domingo, septiembre 21, 2025

Laberintos de la Mente: Borges, Kandel y la Ciencia de la Memoria


 

Laberintos de la Mente: Borges, Kandel y la Ciencia de la Memoria


¿Cómo anda su memoria?

Comprendí que, para un muchacho que no había cumplido veinte años, un hombre de más de setenta era casi un muerto. Le contesté:

—Suele parecerse al olvido, pero todavía encuentra lo que le encargan.
—Estudio anglosajón y no soy el último de la clase…

                                                                                                                 J.L. Borges, El otro

Borges nos enfrenta con la fugacidad de la memoria y la inevitabilidad del olvido. Para un joven, el pasado de otro puede parecer tan lejano como la muerte misma. Esta intuición literaria conecta con la reflexión científica: la memoria no es solo un archivo de hechos pasados, sino un equilibrio dinámico entre recordar y olvidar, que organiza nuestro presente y proyecta nuestro futuro. La narrativa contemporánea, desde Bourne hasta Memento y Déjà vu, explora los mismos laberintos: la mente humana atrapada entre lo que retiene y lo que pierde.

Memoria y biología: los hallazgos de Kandel

Dejé de buscar al yo, al ello y al superyó dentro del cerebro. Mi obsesión cambió: comprender el fundamento biológico de la memoria parecía acercarme a la comprensión de los procesos mentales superiores. Aprender y recordar no son actos triviales; son la base de nuestra identidad y de la posibilidad de modificarla.

Eric Kandel demostró que ciertos mecanismos de aprendizaje son compartidos con animales más simples. En nuestra evolución, los seres humanos conservaron mecanismos celulares de aprendizaje y almacenamiento de recuerdos presentes en animales primitivos.

El estudio de la Aplysia californica, una liebre de mar con apenas 20.000 neuronas fue crucial. Sus reflejos de protección ante chorros de agua—habituación ante estímulos triviales y sensibilización ante estímulos potencialmente dañinos—permitieron a Kandel mapear los cambios sinápticos que sustentan la memoria.

Su hallazgo más notable fue la identificación del prion de la memoria, una proteína especial que permite que ciertos recuerdos persistan a largo plazo. A diferencia de los priones patológicos, este “prion bueno” mantiene activas las conexiones sinápticas reforzadas, facilitando la memoria a largo plazo y la persistencia de aprendizajes importantes.

Casos clásicos: HM y KF

El estudio de pacientes con lesiones cerebrales reveló la función crítica del hipocampo y la memoria de trabajo.

  • Paciente HM: Tras una cirugía para tratar su epilepsia, HM perdió la capacidad de formar nuevos recuerdos a largo plazo (amnesia anterógrada), aunque conservaba recuerdos previos y habilidades procedimentales. Este caso evidencia que el hipocampo es esencial para consolidar memorias de largo plazo.
  • Paciente KF: Tras un accidente, KF presentó daño selectivo en la memoria de trabajo, afectando la retención temporal de información verbal, aunque su memoria a largo plazo permanecía intacta. Esto confirma que la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo dependen de circuitos parcialmente independientes.

Estos casos ilustran la complejidad de los procesos de aprendizaje y recuperación: no toda memoria es consciente, y distintas formas de memoria interactúan para permitir la adaptación y la conducta flexible.

Apropiación, recuperación y memoria de trabajo

Aprender no consiste solo en almacenar información; implica apropiarse de ella, manipularla y recuperarla activamente. La memoria de trabajo retiene temporalmente información mientras se procesa, se organiza y se integra con conocimientos previos.

El hipocampo transforma la información de corto plazo en memoria a largo plazo y contextualiza los recuerdos. Cuando este proceso falla, surgen amnesias anterógradas, como en HM. Estrategias de aprendizaje—repetición espaciada, elaboración, asociaciones, mapas conceptuales y práctica activa—potencian la memoria de trabajo, facilitando la consolidación mediante el prion de la memoria.

Reflejos, recuerdos y predicción: Incluso lo aprendido sin conciencia moldea nuestra conducta. La memoria de trabajo, la memoria a corto y largo plazo, los reflejos, la atención y la intencionalidad forman una red que organiza nuestra experiencia y guía nuestra acción.

"La función de la memoria no es conservar el pasado sino organizar el presente y hacer más predecible el futuro."

                                                               A. Glemberg:

Baudelaire la comparaba con un palimpsesto: sobre lo antiguo se escribe lo nuevo, y aunque olvidemos, siempre queda algo que guía nuestras decisiones.

Memoria: formas, funciones y estrategias

  • Memoria declarativa: semántica (conceptos, palabras) y episódica (eventos con contexto afectivo).
  • Memoria procedimental: hábitos, destrezas y costumbres.
  • Memoria de trabajo: retención temporal, manipulación activa de información y puente hacia la memoria a largo plazo.
  • Memoria a corto plazo: activa, distribuida en toda la corteza.
  • Prion de la memoria: proteína que consolida recuerdos duraderos y fortalece sinapsis relevantes.
  • Recuerdo vs. reconocimiento: recordar implica elaborar la respuesta; reconocer, identificar un estímulo presente.
  • Amnesias: global, lacunar, anterógrada (HM), retrógrada; la memoria de trabajo afectada en KF.
  • Memes: unidades de información cultural transmitidas entre mentes.
  • Estrategias de apropiación y recuperación: repetición, elaboración, asociaciones, mapas conceptuales, práctica activa…

 

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