lunes, mayo 05, 2025

El ser humano como programa abierto: Lenguaje, percepción y libre albedrío…

 



                …actuar siguiendo el pensamiento propio es lo más difícil del mundo…

                                                                                             Goethe

Estamos con Edgardo programando  lo que íbamos a hacer en nuestra visita a Copenhague.  Todos nacemos con un programa abierto, en realidad  con varios programas, y el lenguaje seria uno de ellos, a esto D. Hume lo llama  ¨ la mano original de la naturaleza, y es una parte decisiva de nuestra historia biológica y cultural.

Si acordamos que tenemos múltiples programas abiertos al desarrollo, también podemos suponer que solo algunos de ellos pasan al plano consciente y son los que nos permitirán  múltiples probabilidades, cuyo espectro se extiende desde lo intelectual, al de las creencias y los valores, y por supuesto  las conductas que ellos nos generan.  En todo esto juega un rol muy importante nuestro entorno sociocultural y el cual se motoriza merced a un combustible ¨premium¨, nuestras motivaciones personales.

Estos programas innatos se van integrando en una red cognitiva compleja tanto como su base biológica y responden a un tablero de comando ubicado en el sistema nervioso en su integridad. Todo cambio en los programas implica aprendizaje, estableciendo necesariamente una relación de ida y vuelta ratificando que aprender es cambiar de programa cuando lo requieran las circunstancias operativas.

El sistema nervioso tiene diferencias internas, como corresponde a toda entidad que se precie de ser compleja, entre las más notorias están sus características hemisféricas, las cuales contribuyen paradójicamente a su unidad e integración. El hemisferio izquierdo es más racional y analítico, el derecho más analógico y creativo.

En línea con esta complejidad modular, Noam Chomsky nos propone un órgano del lenguaje, modulo innato, cuya independencia relativa estaría genéticamente determinado.  Cada uno de nosotros vendría provisto de una gramática universal, la cual se enriquece con la experiencia. Todo con mucho sabor kantiano. Según N. Chomsky los estímulos que recibimos cuando niños además de no ser escasos no son sistemáticos, y pese a toda esta fragmentación desarrollamos muy rápidamente el lenguaje, a esto lo denomina el problema de Platón, es decir, la existencia de un tipo de conocimiento previo que  nos sirve de guía para la adquisición de la lengua materna.

La propuesta de la estructura innata del lenguaje incluye; a) el principio de arbitrariedad de los signos (F de Saussure)  establecido entre el sonido de la lengua y el significado que expresan, y b) en el uso infinito de medios finitos ( W. von Humboldt). Esto implicaría el uso de un conjunto de reglas innatas y universales a las que denomina ¨gramática generativa¨, las cuales deben ser sintonizadas y tendrían a su cargo la tarea de traducir combinaciones de ideas a combinaciones de palabras, dando de esa manera la posibilidad de construir un infinito número de oraciones siempre y cuando establezcamos el orden y la significación apropiadas a las palabras antes de utilizarlas.

Para N. Chomsky el lenguaje es básicamente un sistema combinatorio discreto, que consta de una estructura superficial y una estructura profunda con  reglas que nos  permiten las transformaciones entre ambas. Estos conceptos, el de estructura profunda y estructura superficial, junto a las reglas de transformación, dan a la propuesta de Chomsky el nombre de ¨gramática generativa transformacional¨, un nombre que impone respeto. Pero hay mucho más acerca de Chomsky que te espera.

Con esta breve introducción y si aceptamos que disponemos de múltiples programas innatos, tenemos que asumir que podemos intentar estudiarlos, modificarlos  y operativizarlos, aun sin saber su filogenia.  Esta integración de programas nos permite un complejo mapeo o cartografiado con algunas diferencias que no conforman limites rígidos, sino que deben ser consideradas como complementarias y contribuyentes a nuestras formas personales de decidir y actuar.

1.-Los accesos: Todo comienza sobre la base biológica y a partir de nuestros sentidos se nos permite recibir señales externas con distintas intensidades y velocidades, que junto a las señales que se generan en nuestra intimidad, llegan a distintos centros nerviosos, y el cerebro se encarga de integrarlas con el retardo que impone el esperar que llegue la señal que más demora.  Se nos rompe así la ilusión de que vivimos en ¨tiempo real¨, seriamos como esos programas de televisión que por protección ante comentarios no deseados le dan un retraso a la emisión, pero conservando la sincronización las imágenes con los diálogos.  La mayoría de nosotros, lamentablemente, no siempre  tomamos en cuenta ese leve retardo que nos evitaría tal vez muchos problemas. ¿Sera posible que esto sea así?

La percepción, el pensamiento y el lenguaje están íntimamente ligados. No tiene mucho futuro pensar quien tiene más responsabilidad en hacernos ser lo que somos, sin embargo, la percepción a tenidos detractores notables, Platón decía que el arte se desdeña porque se basa en la percepción y la percepción se desdeña porque no incluye el pensamiento. Parménides acentuaba la desconfianza en los sentidos sentenciando “La experiencia sensorial es engañosa, la razón tiene que corregir los sentidos”.

2.-El lenguaje: Una vez que las señales, previo filtrado, ingresaron a nuestro sistema, el lenguaje sea la causa o la consecuencia del pensamiento, interviene decididamente sobre nuestro programa de serie en la generación de modelos personales, basados en lo que nos habilita la especie, el entorno sociocultural, y nuestras condiciones  personales.   Estos procesos se combinan con los tres universales del modelaje humano; la generalización, la distorsión (cambios)y la eliminación (seleccionar)en un balance cuyo resultado puede ser positivo o negativo y que determina nuestra manera de integrar todas las señales y por lo tanto de percibir, observar, experimentar, en definitiva, de abstraer y por lo tanto  de  pensar y hacer. 

En síntesis,  el lenguaje nos posibilita modelar  y poder comunicarnos tanto internamente como con los demás y accionar sobre la realidad.

…la magia se esconde tras la lengua que hablamos…

R. Bandler. J.GrInder

3.-Utilización del transductor analógico-digital, digital-analógico. En algún momento y posiblemente a nivel de los microtúbulos de las neuronas  como  proponen R. Penrose y S. Hameroff,  se produce el colapso de la función de onda el cual nos permitiría  atravesar la frontera entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo macro y lo micro, lo cual daría lugar inevitablemente a nuestra conciencia.  En su faceta más profunda esta posición teórica nos está  brindando la puerta al libre albedrio y la probabilidad de generar los cambios que consideremos necesarios en nuestras conductas. ¿Nuestro programa está realmente abierto? ¿Libre albedrio, compatibilismo determinismo? Algunos trabajos de neurociencias avalan la ¨ ilusión¨ de libre albedrio…

http://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRO_da9CotMwp5lST4lQVqoUg9XYVBL5xz2V5LOjXPHKFBSVtTp nosotros nos aseguramos de que las cosas sucedan según el plan…   ¨Agentes del destino¨ película con M. Damon

Conclusión

Pensar al ser humano como un sistema de programas abiertos nos invita a una comprensión más dinámica y compleja de nuestra mente, donde la biología, el entorno, el lenguaje y la conciencia interactúan en un entramado en constante evolución. Si bien algunas funciones parecen determinadas genéticamente, nuestra capacidad de aprendizaje, reflexión y reprogramación nos ofrece márgenes de libertad que bien podrían ser, si no absolutamente libres, al menos parcialmente elegidos. En última instancia, el lenguaje, como mediador simbólico por excelencia, se revela como la clave para descifrar los misterios de nuestra percepción, nuestro pensamiento y, quizás, de nuestra libertad.

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