- "La realidad como espacio mínimo
entre subjetividad y objetividad: la intersubjetividad como fundamento de búsqueda
de la verdad" Ciencia, pragmatismo y vida cotidiana.
Miguel en charlas de
café casi llegando al Karai octubre 2018, le pregunto al Dr Leguizamón: ¿Como los abogados llegan a la verdad?
La búsqueda de la verdad no difiere según que disciplina se trate. Es una relación donde el criterio de verdad mas
aceptado es la evidencia, es
decir aquello que impone a nuestro espíritu su aceptación. Las evidencias pueden
ser internas y externas, de experiencia
o de razonamiento. La
primera muestra y la segunda demuestra.
Cacho
hizo su aporte pragmático: ¿Por qué es importante la verdad? Porque sirve como mínimo para
resolver cuatro tipos de problemas cotidianos: a.-La ignorancia, b.-El error, c.-La mentira. d.-La contradicción.
Aristóteles postulaba: La
única la verdad es la realidad, frase
a la que adhirieron otros pensadores entre ellos Kant, y que fuera atribuida erróneamente a
Perón. Me vinieron a la mente títulos y autores, por supuesto con todas las
limitaciones del tema y más aún las mías, decidí apropiarme de algunos
fragmentos entre ellos los de V. Fatone
Vicente Fatone dice,
la evidencia es el carácter
objetivo de la verdad. Al estado subjetivo que acompaña a la
evidencia la denomina certeza. Propone formas concurrentes de la verdad que merecen
un análisis detallado:
1.- La verdad como
concordancia del pensamiento con su objeto.
2.-La verdad como
coherencia.
3.-La verdad como
eficacia.
4.-Verdad como
verificabilidad.
5.-La verdad como
propiedad física.
6.-Como un
espacio mínimo…
La
realidad puede concebirse como ese espacio dinámico y complejo donde en la
intersubjetividad germina la verdad en constante búsqueda, un
lugar de encuentro entre lo objetivo y lo subjetivo. Es
importante destacar intersubjetividad porque la verdad se construye entre sujetos,
no solo desde un punto de vista individual (subjetivo) o externo (objetivo).
En el territorio de la realidad,
no se trata de encontrar verdades absolutas o definitivas, sino de participar
en un proceso abierto, en permanente movimiento, que atraviesa tanto la
experiencia científica como la vida cotidiana. Esta concepción, enriquecida por
las ideas de Charles Sanders Peirce, Karl Popper y el pragmatismo, se amplía
también con otros enfoques como el bayesianismo y la epistemología , que
aportan diversas herramientas para entender cómo se construye y valida el
conocimiento.
En la ciencia, esta búsqueda se
manifiesta claramente cuando se enfrentan fenómenos inesperados o datos que
desafían las explicaciones existentes. Charles Sanders Peirce introduce el
concepto de abducción para describir el acto creativo mediante el cual la mente
genera hipótesis provisionales, plausibles. Estas hipótesis no son verdades
sino ¨conjeturas¨ que deben ser sometidas a revisión constante. La verdad, para
Peirce, es el horizonte científico en un diálogo constante entre la experiencia
objetiva y la interpretación subjetiva.
Karl Popper con su método
hipotético-deductivo nos dice que la ciencia avanza a través de la falsabilidad
y la crítica, que las hipótesis deben confrontarse con la realidad, yo
agregaría en la realidad, sometiéndose a pruebas que puedan potencialmente
refutarlas. Este método crítico
dialectico da a la de búsqueda de la verdad su carácter de apertura dinámica ratificando
que ninguna teoría es definitiva, y el espacio entre lo objetivo y lo subjetivo
se convierte en el terreno donde se disputa y se construye el conocimiento.
Creo que si bien eso nos remonta Aristóteles
fue Peirce que afirmo e ilumino lo que está ocurriendo desde centurias
Es importante recordar que en
este mínimo espacio cohabitan otras corrientes, una de ellas tan cotidiana como
desapercibido es el bayesianismo, el cual nos ofrece una perspectiva probabilística
sobre la validación provisoria o falsación de las hipótesis. Es desde esta visión, que el
conocimiento se actualiza continuamente mediante la incorporación de nuevas
evidencias, ajustando la plausibilidad de las hipótesis de acuerdo con la
probabilidad condicional. Este enfoque reconoce la incertidumbre inherente en
el proceso de conocer y ,nos provee un marco formal para manejarla, integrando
así la subjetividad de las creencias previas con la objetividad de los datos
empíricos.
La epistemología reflexiona sobre cómo se
justifican nuestras creencias, cómo se establecen criterios de verdad y cómo
las prácticas sociales y culturales influyen en la construcción del saber. De
este modo, aporta un marco crítico que sostiene y cuestiona los procesos de ¨búsqueda¨
de la verdad en la ciencia y en la vida . En el ámbito cotidiano, esta
interacción también es fundamental. Diariamente nos confrontamos con
situaciones que requieren interpretar signos, formular explicaciones
provisionales y tomar decisiones basadas en la mejor comprensión disponible. En
la práctica, esta búsqueda de la verdad, la realizamos todos de manera tácita y
constante sin ser plenamente conscientes de ello.
Cuando elegimos entre distintas
opciones, evaluamos la evidencia a nuestro alcance y ajustamos nuestras
creencias y acciones en función de los resultados obtenidos, estamos poniendo
en marcha los procesos descritos por Peirce, Popper, el bayesianismo
y el pragmatismo. Y es aquí, donde este cobra especial relevancia al valorar la
¨verdad¨ según su eficacia práctica y su capacidad para orientar la acción con
éxito. Así, se evidencia que la búsqueda de la verdad no es solo un asunto
abstracto, sino una necesidad de nuestras experiencias diarias, donde la
mediación entre la percepción subjetiva, intersubjetiva y el mundo objetivo es
esencial. Nuevamente me recuerda el espacio mínimo, pero ahora pragramáticamente.
En síntesis: la realidad es ese espacio
vital en el que la semilla de la verdad es la intersubjetividad y, se
despliega, fusionando la creatividad, la crítica, la probabilidad y la utilidad
práctica. La convergencia de las perspectivas de Peirce, Popper, el
pragmatismo, el bayesianismo y la epistemología contemporánea nos ofrece un
marco sólido para comprender esta dinámica, reconociendo que la verdad la
construimos en la interacción constante entre nuestro pensamiento y los del
mundo que habitamos. Por supuesto esta visión es falsable sino seria dogmática.
Adenda: Vivir es apostar, sí, pero como bayesianos
;somos o podemos ser seres que actualizan constantemente sus creencias
frente a las evidencias, en un mundo incierto y siempre abierto a la revisión.
Esta apuesta es práctica y racional,
bayesiana basada en grados de confianza que varían con la experiencia. Esto
contrasta claramente con la apuesta de Pascal, que es de óptica trascendental y
religiosa: una apuesta que se hace por fe absoluta en lo absoluto, por un salto
a lo infinito y definitivo, sin posibilidad de prueba ni corrección. El
bayesianismo, en cambio, es una apuesta inmanente, humilde y provisional. No
busca certezas eternas ni absolutos inmutables, sino una gestión continua de la
incertidumbre, con la ética de la apertura y la corrección.
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