INTENSA MENTE
Desde el cuerpo a la mente
…¨Las
emociones propiamente dichas, los apetitos y las reacciones reguladoras más
sencillas tienen lugar en el teatro del cuerpo bajo la guía del cerebro que es
congénitamente sabio, diseñado por la evolución para ayudar a gestionarlo.
Espinoza intuyo esta sabiduría neurobiológica congénita y compendio la
intuición en sus afirmaciones de conatus,
la idea de que, por fuerza, todos los seres vivos tratan de preservarse sin
conocimiento consciente del empeño y sin haber decidido como entidad
individual, emprender nada.
A Damasio
La película ¨Intensa
Mente¨ está en sintonía con la idea de A Damasio para quien existen cinco
emociones universales básicas; la alegría, la tristeza, el miedo, el
desagrado, la furia. Al comienzo la protagonista empieza por reconocer su
propio cuerpo mirando sus manos, patrimonio de un sentido secreto para la
mayoría al que Sherrington denomino propiocepción, y lo expresaba
para entendidos con una frase, si sabes que hay una mano te otorgaremos
todo lo demás.
Luego aparece la
alegría, como la primera emoción que la conecta con sus padres que están mirándola con gestos de
cariño, posteriormente empiezan a aparecer las otras emociones básicas
universales. Una manera en la que la vida empieza a conectarse con su entorno
inmediato. Que la alegría sea la primera emoción en la película es un buen
signo en la vida de la protagonista, pero cronológicamente el miedo es una
emoción más antigua, y la alegría es
nuestra emoción más preciada.
En la película (más para
adultos), aparecen distintos módulos en referencia a situaciones que le toca
vivir a la protagonista, a las que se denomina islas, las cuales están
conectadas al pensamiento central. En determinado momento la alegría y la tristeza abandonan el
comando y deambulan, sufriendo distintas peripecias, pasando en su derrotero
por el depósito donde están los módulos de la memoria de largo plazo y tienen
aventuras oníricas combinadas con la realidad de su entorno.
El amigo imaginario
(quien no lo tuvo), las introduce en un
atajo, el de lo abstracto, que
recorren juntos y en un momento van perdiendo tridimensionalidad y logran salir
mediante una forma lineal para tomar el
tren del pensamiento. Su amigo imaginario logra a costa de pasar al
inconsciente, que la tristeza y alegría
regresen al tablero de comando junto a las otras emociones. El tablero de
comando se recompone pero se torna cada vez más complejo. El comentario
final es para mí genial:
¿Qué más le puede pasar
si ya tiene 12 años?
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